Mensaje de María Santísima de la Soledad en Baza el 5 de abril de 2015
Esteban: Ave María, Reina del Cielo.
María Santísima: Ave María, Esteban de Baza.
Mi corazón se complace en el amor y la devoción del Altar del mundo, que es el Altar de Baza. ¡Qué hermoso está todo y qué grande es la presencia del Altísimo en este Santo Lugar!
Las luces del mundo se están apagando y es necesario que brille una dogmática nueva para que resurjan las Doce Estrellas de las tribus de Israel, y siembren la tierra de fe y esperanza hacia el Salvador.
Esteban: Escuche Madre todas las peticiones de las personas que acuden a Baza.
María Santísima: Todo se halla en buen camino. Los zapatos no se rompen si no se mueven los pies, hay que romper muchos zapatos en el mundo.
Tu corazón está lleno de semillas que han de dar un gran fruto abundante. Cuando llegue el momento de la siembra, resurgirá la grandeza de este Lugar Sagrado.
La oración es la que media por la misericordia Divina del Altísimo, y la recepción de Sacramentos.
¡Qué gran felicidad siento de ver a todos mis hijos celebrando la Eucaristía!
Sed perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto, y vivid por la Obra de Dios, no por las cosas humanas.
En tu corazón está dispuesto y escrito el renacer del Fuego de Dios. Busca en ti las respuestas que todas en ti se hallan. No temas y nunca dudes, que a tu lado siempre estoy.
En la Sanación de enfermos, Dios obrará grandes misericordias.
Esteban: Estad siempre conmigo, y no se olvide de nada, y deme fuerzas.
María Santísima: Tu cruz está partida, recoge fuerzas para cuando esté entera.
Llega el advenimiento de la luz, y un gran cambio de amor y esperanza le espera al género humano.
¡Viva Cristo Resucitado!
Esteban: ¡Viva!
María Santísima: Y vivan los corazones consagrados al Corazón de Jesús, que son ataduras tan fuertes como las cadenas de oro.
Sufre y ama, que sufriendo se llega a la perfección.
Esteban: ¿Puede bendecir las flores para las embarazadas?
María Santísima: La bendición queda depositada en todas las flores que se hallan en este Santo Lugar, y siembro el grano de trigo en todos los que aquí se hallan para que den fruto abundante de la presencia de Dios en el mundo.
Recibid la bendición de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.
Y recuerda, regala tu rosario.