La casa del Arcoiris | Mensajes 2020
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Mensajes 2020

Mensaje de María Santísima de la Soledad en Baza el 23 de febrero de 2020

Esteban: Salve Reina de Dios y Reina de las almas.

María Santísima: Soy mensajera de la paz y traigo la reconciliación al mundo. Que no se turben vuestras almas porque el fuego de Dios habita dentro de todos vosotros. Ha empezado el tiempo de purificación y es el tiempo en el que el mundo se desprende de muchas almas porque son necesarias en el Cielo para el equilibrio de la oscuridad. Pisad fuerte y pisad duro, que vienen tiempos que los caminos son arenas movedizas y se puede quedar uno atrapado en las cosas mundanas.

Esteban: Le ruego por la humanidad, por las necesidades de todos los que están aquí.

María Santísima: Para mí es un placer el poner ante el altar de Dios las súplicas de mi Niño Precioso.

Esteban: En unas de las apariciones alguien escuchó un mensaje. ¿Qué interpretación le damos?

María Santísima: El mediador y el intercesor de mis mensajes es el receptor, que eres tú. La luz de este lugar ha podido dar mensaje de su propio corazón a su alma. Estando en gracia, pueden escuchar nuestras conversaciones, pero mis conversaciones han sido contigo.

Esteban: Se acercan tiempos de oposiciones y de operaciones, ayúdenos Madre.

María Santísima: Todo lo que está sellado con tu mano, bien se halla y bien acaba pues viene con la mano de lo divino.

Esteban: ¿Vendrá los domingos de Cuaresma?

María Santísima: Así se complace mi alma con ser mediadora de Dios los domingos de Cuaresma y todos los domingos del año.

En esta Cuaresma quiero reconciliación con uno mismo y hallar en lo divino la prioridad en la vida. Quiero que camines y que vayas donde Dios te ha de mandar pues así viene del Cielo dispuesto. Tienes que activar una nueva luz y una nueva puerta para que una nueva conciencia despierte en el mundo para liberar el cuerpo del alma y el alma del cuerpo; que en la vida cuerpo y alma y alma y cuerpo sean individuales.

Esteban: No lo entiendo, Madre.

María Santísima: Ya lo harás a su debido tiempo.

Cada vez que cogéis el rosario con amor y con pasión ponéis en vuestros dedos la gracia del mismo Cristo que juega y se balancea en vuestras almas. Todo me complace de ti.

Esteban: Soy tan imperfecto…

María Santísima: Cuando el Espíritu Santo predica por tu boca, confirma que somos los jueces más duros con uno mismo.

Ve al mundo pues eres una hermosa flor para él, y encuentra en ti las maravillas que hay del Altísimo, que son perfectas.

A los Sacerdotes de la Casa del Arco Iris: tened constancia en la oración sobre todo en la Eucaristía, que no falten la Oblaciones a Dios, que es el equilibrio que el mundo necesita. A Dios le complace el amor de tu corazón y de este Santo Lugar más que todos los sacrificios del mundo.

Son tiempos de luz pero para que brille la luz debe de cesar la tiniebla.

Recibid la Bendición de Dios Padre Todopoderoso Padre, Hijo y Espíritu Santo que habita en todo y en todo está. Hasta la misma Tierra tiene espíritu, aunque solamente tiene alma el género humano. Quedad en paz y en gracia de Dios.

Mensaje de María Santísima de la Soledad en Baza el 1 de marzo de 2020

Esteban: Salve Redentora de las almas, Madre de Dios y Madre nuestra.

María Santísima: Soy mensajera de Cristo, Madre de Dios, Madre de la misericordia y coheredera del paraíso como todo el género humano. En mi corona se fulge la paz del mundo y la conversión del hombre. Son tiempos difíciles para el mundo, que no se turben vuestros corazones pues es un tiempo de liberación y las liberaciones de las cargas traen pésames dolorosos para el mundo.

¡Qué hermoso está todo y qué bien dispuesto está tu corazón! Todo lo que hay en ti me complace. No luches por cambiar las cosas de tu persona porque Dios te hizo perfecto.

Esteban: Necesitamos mucha ayuda, le pido por el alma de Águeda.

María Santísima: Águeda ya está gozando conmigo en la Gloria.

Esteban: Tenga misericordia por esos virus y estas cosas nuevas. Interceda por la humanidad.

María Santísima: En el tiempo de la purificación, los nombres están sellados ya por la pluma. Es tiempo de aceptar lo que el Padre quiere, que siempre es el bien con nosotros. Que no haya miedo y que no tiemblen vuestros corazones, todo está dispuesto por el Altísimo.

Me complace la fuente del aceite virginal que se ha dispuesto en la pilastra Sagrada de Dios para ungir enfermos, limpiar el cuerpo y el alma y renacer luz de la oscuridad.

También es disposición de Dios el bautisterio.

La tierra va a temblar y no solo una vez. Es el tiempo de la cosecha y Dios recoge las almas que son necesarias para el equilibrio de la luz. ¡Cuánta luz hay aquí y cuanta luz tienen las personas! ¡Qué hermoso y qué lindo! Vive feliz y sé feliz porque siempre en la vida vamos a tener contraindicaciones, pero el que tiene de su mano lo divino, lo tiene todo.

Me complace y me hallo en este Santo lugar como corona fulgida y cetro de marfil. Dios dispone cambios para el mundo, pero son muchos los obstáculos que hay que vencer para llegar al Altar del Santísimo. Ama y sufre y descubre que la plenitud de Dios está dentro de ti.

Recibid la bendición de Dios Padre Todopoderoso Padre, Hijo y Espíritu Santo sobre toda la humanidad y sobre vuestros corazones que heredarán vuestros descendientes carnales y espirituales.

Eres maestro de maestros. Sella y emprende la Escuela de la Educación del Alma, que el mundo está sediento de la Luz de Dios. Del Cielo baja el agua viva y es un torrente y manantial que nace en este santo lugar pasando por tu corazón.

Recuerda: regala tu rosario. Recibid la bendición de Dios Padre Todopoderoso y recibid las gracias que en todo el mundo están derramadas que se canalizan hoy por medio de esta Puerta sagrada del Cielo, Puerta del Cielo y luz del mundo.

Nunca se te olvide que mi corazón late con el tuyo al mismo son.

Mensaje de María Santísima de la Soledad en Baza el 8 de marzo de 2020

 

Esteban: Ave María Purísima.

María Santísima: Hoy traigo un mensaje nuevo de esperanza y virtud al mundo. Que no se atribulen vuestros corazones. En el mundo se siembra la llama del divino Corazón de Jesús. Es la tristeza y la tribulación lo que reina en la humanidad y debe de reinar la presencia de Dios y la alegría. Encontrad en vuestro corazones la dicha que Dios dejó allí.

Todos sois creados para bendición del Altísimo. El Cielo se entristece por el sufrimiento del mundo y no solo el que hay, sino el que ha de venir. Es voluntad del Altísimo y mandato de lo divino que con el santo óleo que hay en la fuente sagrada se unjan las personas 3 días seguidos haciendo una cruz con el aceite en su pecho y diciendo:

EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO

LA SANTÍSIMA TRINIDAD ME PROTEJA DE TODO MAL. 

Llénese la botella y sea derramada en un litro y así cada día se puede añadir hasta hacer suficiente para que todo el mundo tenga la protección para librar de la purificación a los elegidos de Dios del mundo, que con el amor ya hay bastante sufrimiento.

Es voluntad del Altísimo que todos los viernes del año se rece un Credo de esta Santa Casa por la reparación de los pecados cometidos al Sagrario y por la falta de fe en el mundo. Quién siembra oraciones cosecha bendiciones. 

Está siendo desvelada la gran verdad al mundo, son tiempos de tristeza pero también de alegría pues el equilibrio a lo divino está siendo estipulado.

No sufras y sé fuerte que son tiempos de alegría y decepción.

Esteban: Madre, tengo algunas peticiones en mi corazón, por las personas que están aquí, y en especial por dos personas, interceda por su salud.

María Santísima: Todo está en los designios del Altísimo (nuestra Madre sonríe).

Esteban: Me han dicho que pregunte muchas cosas, Usted sabe lo que es. 

María Santísima: Es voluntad del Altísimo y le complace a Dios todos los lugares santos del mundo, especialmente en los que se está haciendo su voluntad.

Esteban: Esto va referido a la petición que yo le hago.

María Santísima: Sí, todo está dispuesto así.

Las enseñanzas del Padre son distribuidas por la boca del hijo. Hay que darle la plenitud al mensaje de Cristo y hay que sembrar la tierra de Hostias Consagradas para que la gracia del Altísimo renazca con el nuevo ciclo, la nueva vida y la nueva conciencia de luz al mundo.

Sed felices viviendo en la luz y sed honestos con vosotros mismos reconociendo la divinidad que hay dentro de cada uno.

Esteban: Usted sabe mis defectos y mis virtudes, y mis dificultades, ayúdeme. 

María Santísima: A Dios todo le agrada de ti. Tienes que ser esponja para derramar el agua del Cielo y absorber el pecado del mundo.

Es tiempo de la reconciliación con el Espíritu Santo. Sé paz y siembra paz. 

Hoy recibís la bendición de Dios Padre todopoderoso, Padre Hijo y Espíritu Santo, que es derramada en los altares de la divinidad para gracia del mundo y salvación eterna.

Pedid a Dios para que ningún alma se condene, ese es el trazo de la divinidad: redimir todas las almas, y el trazo de la maldad es que se pierdan todas ellas.

Recuerda, regala tu Rosario, y hoy es el día en el que el Cielo regala el Óleo Santo contra las tempestades que han de venir a la Tierra. Recibid la bendición de Dios Padre todopoderoso Padre Hijo y Espíritu Santo.

Mensaje de María Santísima de la Soledad en Baza el 15 de marzo de 2020

 

Esteban: Ave María Purísima, sin pecado concebida. Salve, redentora de las almas. Madre de Dios y Madre amantísima.

Le digo que en el nombre de todas las personas que quisieran estar aquí y que están unidas en el corazón, Gran Señora Nuestra, todo el mundo le ama y todo el mundo ama al Sagrado Corazón de Jesús. Dígame, Gran Señora.

María Santísima: Hoy traigo un mensaje de luz y de esperanza al mundo. Es tiempo de purificación, pero también es tiempo de redención y un rayo de Luz ha bajado a la Tierra para que el pueblo sea Redimido. Voy a interceded por el género humano y, en especial, por todos los obreros de esta Santa Casa.

No estéis tristes y llevad en vuestro corazón el concilio del Espíritu Santo. El mundo es mundo y está vivo y la grandeza de Dios se manifiesta en él. Es tiempo de reconciliación, de paz y de amor, de olvidar rencores y de darle la prioridad a Dios en nuestro corazón.

Todo pasa, y esto también pasará. La virtud está en saber dar el lugar a lo humano y a lo divino, y la obediencia siempre es lo que más le complace a Dios.

Hay miedo y hay desconfianza. Mis hijos amados, con el paño sagrado que se enaltece en el Altar del Cielo al Santísimo Sacramento os tengo a todos cubiertos.

Quien está con Dios, ¿qué puede temer del mundo? La purificación es necesaria, pues la Tierra fue dada al género humano y en ella ha de reinar el género divino. Está siendo sembrada la Tierra para despertar de luz y de conciencia, y están siendo sembrados los corazones para un emerger de fe y esperanza. Son muchos corazones tibios los que emprenden la llama y son muchos los corazones calientes que la van a avivar.

Es tiempo de cambio. Es tiempo de purificación y de contemplación a lo divino, de encontrar nuestra alma y saber nuestro camino.

Esteban: ¿Puedo haceros una pregunta, Gran Señora? ¿Por qué, en las cosas de la Tierra, yo tengo tanta dificultad?

María Santísima: Porque en ti se reflejan las torpezas del mundo. Tú eres el espejo divino donde se refleja el alma, y los pecados de otros los quieren ver en ti reflejados. Vive por Dios y ama por Él. El mundo es mundo y, ¿quién como tú, que eres el Niño Precioso del Altísimo?

Esteban: ¿He hecho bien, Señora, con cerrar los cultos de los domingos, de aquí hasta que esto esté de otra manera?

María Santísima: Todos los corazones se unen aunque haya distancia y el lazo de tu corazón se une a lo divino. Todo lo tuyo y todas tus decisiones le complacen al Señor porque son inspiradas por el Espíritu Santo. Ama y sufre, porque la condena de quien mucho ama es mucho sufrir.

Esteban: Le pido que interceda, Gran Señora, por la humanidad, por el mundo, por los ancianos, por los viejos, por todo el mundo, Gran Señora, y por los niños, tenga misericordia en estos tiempos difíciles.

María Santísima: La misericordia de Dios ya ha sido derramada en la Tierra y el bálsamo de lo divino ya está derramado.

Recibid la bendición de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén. Y, recuerda, regala tu rosario.

Y a los que estáis lejos de aquí, vuestro corazón late al mismo son que el mío y mi presencia con vosotros la hago real pasando por vuestra alma un gran cúmulo de bondades, misericordia y dones como si hubieseis estado presentes en esta Santa Casa, pilar de luz, altar del mundo y fuente de santidad.

La paz y la salud se derramen por toda la Tierra. Así sea.

Mensaje de María Santísima de la Soledad en Baza el 22 de marzo de 2020

 

Esteban: Ave María Purísima, salve, Madre mía, redentora de las almas. Interceda por la humanidad, que están sufriendo muchísimo. Quite de nuestros corazones, Gran Señora, el miedo y háganos fuertes como la roca para que podamos, Señora, servir al Reino de Dios.

María Santísima: Soy mediadora de la esperanza y mediadora de la reconciliación. Que no tiemble vuestro corazón, que a ninguno de mis escogidos le ha de pasar nada, solo bien. La presencia de Dios está con ellos y está en mi corazón. Son días de dificultad, de estruendo y de dolor. El Cielo sufre por el sufrimiento de mis hijos, pero es necesario que el mundo sea reconciliado con el Espíritu Santo. No temas y no dudes, que lo que tu corazón siente se expone en el altar del Santísimo. Es el tiempo de la siembra y es el tiempo de la cosecha, pero donde no hay tiempo, la cosecha y la siembra se hacen al mismo son.

Es un gran estruendo en el mundo el que viene y una gran liberación de almas. Se está dando espacio para que ande y fluya la divinidad en la Tierra. Es tiempo de liberar cargas y es tiempo de redención y resurrección, y aprendamos a convertir nuestra cruz en amor y liberarnos de ella, pues es el triunfo de Cristo lo que va a reinar en la Tierra. Van a despertar conciencias y va a haber un gran resurgir hacia lo divino. Todo es voluntad de Dios. No temáis, que el buen Padre vela por toda la humanidad.

Esteban: Tengo algunas preguntas que haceros, Señora, si me dais permiso… La principal es “la repetición”, Usted ya sabe lo que es.

María Santísima: Dios corta las cargas que llevamos en la Tierra, pero Dios quiere que aprendamos a evadirnos de las dificultades que no sean nuestras.

Esteban: Puedo preguntarle otra cosa, Señora: ¿yo puedo tener en el mundo guías terrenales para que me protejan?

María Santísima: Tú tienes guías terrenales en el mundo y Dios así los ha puesto para protegerte de todo lo malo que hay en la Tierra. Eres tan transparente que tu alma es como un cristal, que todo lo que hay alrededor tuyo deja huella.

Esteban: Otra pregunta quiero hacerle, Gran Señora: cámbieme o cámbienos para que nuestras circunstancias sean diferentes. Interceda, que solo reine el amor en nuestra vida y en nuestro corazón.

María Santísima: Se resiste a comprender que todo lo que sale de tu corazón es amor. Tiene que tener una comprensión más grande y no resistirse, porque se resiste a la voluntad del Altísimo.

Esteban: Y por último, Señora: estos tiempos que hay en el mundo, interceda y ponga su mano.

María Santísima: La intercesión de Dios está en el mundo y en toda la humanidad. Solo tiene que dirigir las súplicas el género humano a lo divino para que Dios disponga e interceda por ellos. Son tiempos de luz aunque se vean tiempos de oscuridad, pero es necesario que arda la maleza para que la Tierra sea sembrada y sea abonada. La intercesión de lo divino está actuando en todos los sitios santos del mundo donde se manifiesta la gracia del Altísimo. Y los manantiales de la sabiduría y de la gracia se están derramando por toda la humanidad.

En el mundo todo me complace, pero lo que más me complace es tu corazón. Ama y sufre, porque el sufrimiento va unido al amor. Y prepara a las personas de luz del mundo que están inactivos para que trabajen por la obra de Dios.

Sé tú mismo y rígete siempre por tu corazón porque el Espíritu Santo es quien obra por medio de ti.

Esteban: Quiero pedir perdón, Señora, por todas las cosas que Usted sabe.

María Santísima: Cuando Dios lo permite todo, es para bien del alma.

Esteban: Hágame manso y humilde de corazón, Señora.

María Santísima: De los mansos es el Altar del Cielo y de los poderosos es el Altar de la Tierra. Sé poderoso y manso, pues tu alma dice Misa en el Cielo a la vez que la dice tu cuerpo en la Tierra.

Que el género humano se ame, a los demás y a sí mismos, que son la obra perfecta de Dios. No viváis viendo vuestros defectos y los de los demás. En la virtud se halla la contemplación a lo divino y la presencia de Dios en el género humano.

Recuerda, regala tu rosario. Y para Dios todo lo que tú hagas, le complace.

Recibid la bendición de Dios Padre Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén. Y el aliento a lo divino para que la humanidad entera se limpie de este sufrimiento.

Esteban: Adiós, madre bendita. Todo el mundo la ama, Señora, al Señor y a Usted, Señora. Dígaselo a Cristo, que todo el mundo lo amamos y tenemos nuestra esperanza en vuestro corazón y en el suyo y en vuestra divina misericordia. Amén. Así sea.

Mensaje de María Santísima de la Soledad en Baza el 29 de marzo de 2020

 

Esteban: Ave María Purísima. Salve, Madre mía, redentora de las almas. Madre de Dios y Madre nuestra amantísima.

María Santísima: Hoy traigo un mensaje de esperanza, de fe y de fortaleza. Que no tiemble vuestro corazón porque Dios se halla con vosotros.

Cuán necesaria es la oración en el mundo y cuán necesaria es la celebración de la Eucaristía para redimir la misericordia de Dios en el mundo y clamar en el Cielo una intercesión de lo divino por la redención del hombre.

Son tiempos de dificultad, son tiempos de sufrimiento. El Cielo clama y sufre por sus hijos en la Tierra, pero todo es necesario y todo es voluntad del Altísimo. Unos son mártires, otros son martirizados y otros son eliminados del bajo astral para limpiar a la humanidad. Cuán necesario era que la Tierra fuera limpiada y fuera redimida.

Son tiempo venideros de luz y son tiempos venideros de esperanza, pero también son tiempos de sufrimiento. Nada teman mis hijos, que el que está con Dios nada puede temer.

El mundo necesita de oración y, de mis elegidos de la luz, de su oración elevada, una oración copiosa y una oración sin distracciones. Necesito al género humano unido en una sola luz y en un solo corazón, en esperanza y fe al Altísimo para que la condensación del amor y de la fe libre a la humanidad de esta condena.

Hay mala siembra en el mundo, hay siembra de poca esperanza, de miedo, y de falta de fe. Confiad en la voluntad del Altísimo y vivid la vida con alegría, que Dios se preocupa de todos sus hijos.

Por la intercesión de lo divino, hoy deposito aquí el “pie del peregrino”, hallando en gracia todo aquel que ha pisado y pise este Santo Lugar, librándolo y defendiéndolo de las adversidades que han de venir al mundo.

No temáis, pero esto solo es el principio. Quedan muchas lágrimas todavía que derramar, y no solo por esta enfermedad. El tiempo de la purga y de la purificación ha llegado. Sed libres y vivid con un espíritu unido al Altísimo, y no os atéis a las cosas humanas, que sirven para poco.

Ama y sufre, y vive feliz pues dentro de ti se halla la grandeza de Dios, que es la libertad de la naturaleza y el amor del Paraíso.

El Rosario del Dulcísimo Nombre de Jesús debe ser entonado en toda la humanidad para librar al mundo de las cargas venideras, pues libera al mundo de los pecados pasados.

Hoy no requiero nada más de ti, mi Niño Precioso. Recuerda, que Dios te ama tal y como eres, y Dios te hizo perfecto en sintonía con tu cuerpo y tu persona. Hay un amor tan grande en tu corazón que desde el Cielo se ve todo lo que tocas con el bálsamo dorado y la luz celeste que abrasa lo divino. Por donde pasas, siembras y estás haciendo muy bien tu labor. Vive feliz. Lo de Dios a Dios y lo del mundo al mundo.

Que el amor de Cristo y el consuelo lleguen a todos los corazones y, especialmente, a mis hijos, los que en sus manos depositan el Santo Rosario para dar gloria a Dios, a mi nombre y traer el mundo la misericordia divina de la conciliación.

Eres luz, que brille tu corazón en estos días de tiniebla, y abrasa el mundo con el fuego de Dios. Recuerda, regala tu rosario, y todo está en el designio de Dios. Todo es su voluntad. Todo es perfecto. Recibid la bendición de Dios Padre Todopoderoso, Padre Hijo y Espíritu Santo. Amén.

Que fluya el amor de Cristo en vuestros corazones, y Dios saca las espinas que por el pecado de Adán en él se hallan.

Mensaje de María Santísima de la Soledad en Baza el 5 de abril de 2020

 

Esteban: Ave María Purísima. Salve, Madre nuestra, redentora de nuestras almas. Decidle al Señor cuánto le ama la Tierra y decidle al Señor cuánto está sufriendo el mundo.

María Santísima: Soy mediadora de la gracia y mediadora de la bondad y el Señor derrama en su pueblo el consuelo para los afligidos. Todo es voluntad de Dios, no tengáis miedo. Que nazca de vosotros los Elegidos una gran confianza de la protección de Santísimo con vosotros. Es tiempo de purga y es tiempo de reconciliación del género humano con el hombre.

Qué hermoso se halla todo y qué hermoso se encuentra tu corazón. No tengas ataduras a lo humano. Guíate siempre por tus impulsos, que el Espíritu Santo obra por ti.

Son tiempos nuevos, de conciliación y renovación, de que el fuego de Dios abrase la Tierra y purifique al género humano. Es tiempo de esperanza y es tiempo de alegría. Dios siempre obra por nuestro bien.

Qué hermosa es la unión de todos los corazones que, desde la distancia, trenzan una cuerda divina que se une a la majestad y la gloria de Cristo, que se halla en este Santo Lugar. Y qué hermoso es tu corazón, que antepones las dificultades de todos antes que las tuyas. Por eso Dios te ama, y por eso Él te hizo así, para que seas cabeza y ejemplo de libertad, de amor y de piedad, pero todos estamos en el aprendizaje. No estés triste, que la tristeza no la marca la mano del amantísimo Dios. Vive cada instante de tu vida con alegría, que el que se halla en el camino de lo sacro, puede sentirse gozoso de que Dios está con él.

El Cielo se regocija y se alegra en el domingo de la entrada triunfante de Cristo en Jerusalén. Que la llama viva entre dentro de vosotros y dentro de todos los corazones, abrase la duda, la pereza, la inconstancia, y avive el amor y la fe, que son los testigos de Cristo en el mundo. Sigue sembrando el mundo, que ya se está recogiendo lo sembrado en otros tiempos. Vive para Dios y descubre que dentro de ti se halla una grandeza y una majestad sin igual, y derrama en el mundo lo que Cristo preparó dentro de tu corazón.

[La Virgen me enseña como un girasol, como una margarita gigante, y va quitando los pétalos con las manos y el centro me dice:] “Este eres tú y aquí se halla tu corazón, siembra las hojas por el mundo”.

Recuerda, regala tu rosario. Y recuerda que la llama viva de Cristo se halla en ti. Dios todo lo puede y la conciencia humana, en el momento que se agarren a lo divino, cesará en la Tierra el tiempo de purificación. Esto es una penalización de conciencia, que la rige el miedo, y un demostrar la confianza que hay en lo Sagrado.

Este año es un viaje y tendrás que emprender pequeños viajes que el Altísimo te irá alumbrando para abrir puertas de luz y conciencia que hagan que el mundo se halle en equilibrio. Es un nuevo despertar y un nuevo amor el que se derrama en la Tierra, que abrasa más que la misma piedra ardiente. Qué hermoso se halla todo. Recibid la  bendición de Dios Padre Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.

No sabéis el bien que le hace al mundo la Eucaristía de la Santa Casa del Arcoíris.

Esteban: Gracias, Madre mía, gracias.

Mensaje de María Santísima de la Soledad en Baza el 12 de abril de 2020

 

Esteban: Ave María Purísima. Sin pecado concebida. Salve, redentora de las almas. Madre de Dios y Madre nuestra.

María Santísima: Soy Mediadora de la paz y reina del amor de Cristo. Que se concilien los corazones con lo sagrado pues la Tierra está sembrada para la redención de todos los humanos. A mis hijos queridos, que siembren la Tierra de amor, de oraciones y de plegarias, y vuelvan los ojos hacia lo sagrado, que Dios lo comprende todo y comprende sus naturalezas, pero no han dejar la grandeza de su alma en olvido. Son muchos los signos que el Señor está mostrando en el Cielo para que en estos tiempos de tempestad las almas dirijan sus oraciones a Dios.

No estés triste, que la tristeza no es equilibrio ni balanza en tu corazón. Sonríe siempre que es la bandera de Cristo y que se halle dentro de ti una gran felicidad y una gran alegría, pues Cristo derrama sus dones y su gracia dentro de tu alma y toda su plenitud se goza por medio de ti.

Es un tiempo de caminar. Dios irá mostrando las puertas cerradas donde se halla la sabiduría que ha estado oculta tantos años en la Tierra y debe ser desvelada, pues el género humano tiene que liberar la conciencia para entrar en conciliación con lo divino.

Qué hermoso está todo y qué hermoso está tu corazón y en la gloriosa resurrección de Cristo me hallo en ti y Cristo se halla en todo. La tierra está sembrada y es tiempo de cosechar y es tiempo de dar a lo divino su lugar. Tú tienes sembrado en tu corazón un gran campo de trigo y es el tiempo de recoger la cosecha. Ve sembrando en todas las personas de luz del mundo para que vayan teniendo el despertar a lo sagrado y a lo divino, y puedan ayudar a sembrar en la Tierra la luz de Cristo.

Nuestro Señor Jesucristo tiene pena por el mundo, por lo que hay y por lo que ha de venir, pero todo aquel que se agarre a su Inmaculado Corazón, Cristo promete socorrerlo en estas dificultades, y todo el que se acoge al mío, prometo ser intercesora de gracia y mediadora de Cristo del hombre a la Tierra.

Es tiempo de gloria, aunque por mis hijos, es tiempo de luto, pero sin muerte no hay resurrección. Rogad por muchas almas que se están yendo, que el purgatorio está lleno y a la Gloria llegan pocas. Cuántas trabas y cuantas dificultades nos ponemos las personas y cuántas manchas de oscuridad poniéndole el nombre del pecado a lo que no lo es y poniendo nombre de virtud a lo que es pecado.

Por la gloria del Señor, este es el Tabernáculo y el pilar sagrado donde Cristo edifica su alianza con el hombre y aquí queda estipulado hasta el fin de la humanidad.

Sembrad el mundo con las obleas santas, que el mundo requiere mucho de Dios y recen mucho el Rosario para liberar de sus personas todas las dificultades que en el cuerpo de hallan, por herencia o por carga.

Sed libres y vivid libres como los pájaros, que aunque tengan penas o hambre, siempre se oyen sus trinos. Tened una fe ciega en el Altísimo, que él protege a sus elegidos y todo aquel que se halle con fe es un elegido en el mundo. Me enamora todo lo que hay en ti, hasta tu torpeza.

Esteban: Hágame más listo, Señora, y ayúdeme. No abandone a ninguno de sus hijos, que la mano de Dios interceda y acabe pronto con esto.

María Santísima: La raíz del primer fuego ya pronto pasará, pero quedan todavía muchas llamas por emprender. Sentíos dichosos y gozosos, que Dios os tiene protegidos con su divino manto y quien tiene a Dios nada puede temer.

Mi corazón ruega por la humanidad y por el sufrimiento del mundo, pero es voluntad de Dios el que se tiene que ir, porque la Tierra ha de ser purificada y el hombre tiene que dirigir su oración a Dios y su vista al Cielo. Mis hijos amados deben de comprender que su existencia se debe a los agrado y sin lo divino, no hay lugar en este mundo.

Hoy es un día muy grande ¡aleluya, aleluya! Cristo resucita en los corazones y limpia los infiernos para conceder el perdón al género humano, pues Dios no quiere que se pierda ni una sola alma.

Hoy las flores que traigo son del altar del Cielo y las rocío en este santo lugar para dejar en él todas las bendiciones que en el altar del Santísimo se derraman a manos llenas.

Recibid la bendición de Dios Padre Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.

Y el rosario que hoy tienes en las manos, me complace y es de gracia que se quede en este Santo Lugar para bendición de muchos que pueda ser besado.

Esteban: Gracias, Madre mía, decidle a Dios que lo amamos y a Usted la queremos con todas nuestra alma y nuestro corazón. No nos abandone, Gran Señora, y en estos momentos de dificultad…

María Santísima: La madre nunca abandona al hijo y el buen padre Dios vela por la humanidad. Que la paz quede en el mundo y en vuestros corazones, el amor.

Esteban: Gracias, Gran Señora.