Mensaje de María Santísima de la Soledad en Baza el 11 de febrero de 2024
Esteban: Ave María Purísima. Sin pecado concebida.
María Santísima: Soy mensajera de la gracia y del amor. Traigo concordia y paz al mundo.
¡Qué triste está el mundo y qué tristes están los corazones!
Me reconforto en la fe de las almas. Hoy es un día grande para el Señor, porque se eleva en el Espíritu Santo la grandeza de los dones en la tierra.
No sintáis miedo: el que está en gracia de Dios, está dichoso y protegido en el Cielo. Son tiempos tristes para el hombre, pues el hombre no está buscando el amor de Dios. Y es tiempo de reconciliación con el Espíritu Santo.
¡Qué hermoso está todo y qué hermosos están los corazones que derraman sus dones y gracias para conservar esta Santa Casa!
Es el tiempo del olvido, pues así como olvidan los bienes recibidos del género humano por la mano poderosa de Dios, es el tiempo de la ignorancia a la Tierra pues lo divino está esperando la gratitud del amor de los redimidos.
Esteban: ¿Puedo hacerle una pregunta? Más bien una súplica. Derrame su gracia sobre los que estamos aquí, ayúdenos, escuche sus súplicas, por los enfermos y afligidos, que cese la guerra en el mundo.
María Santísima: La guerra es el miedo y la condenación del hombre. A Dios le complace la libertad del género humano y no las ataduras a ningunas condiciones, pues debemos regirnos por lo divino. El amor todo lo rige.
Esteban: ¿Va a venir todos los domingos de Cuaresma?
María Santísima: Ya te dije que hasta el fin de los días visitaré este Santo Lugar, aunque sea arrasado por tierra y fuego, es sacrosanto y su luz brilla hasta el infinito del universo.
Esteban: Ayúdenos, protéjanos y guárdenos.
María Santísima: Son tiempos de cambio y el cambio siempre es bueno, pero es el tiempo en que el Señor separa el trigo de la paja y el grano dañado será echado a la hoguera.
Dios quiere que viváis perfectos, pues sois perfectos; sois partes de la creación divina. Se recreó en haceros a su imagen y semejanza.
Amad a Cristo en vuestros corazones y tenedlo presente todos los días, que Cristo os tiene presentes cada segundo. Nunca se os olvide que os ama.
No llaméis al sufrimiento, pero el que os venga, ofrecedlo por la Pasión de Cristo y almas del purgatorio, porque Dios no quiere que se pierda ni uno solo de los condenados.
Ama y vive, y sé feliz, que Dios está contigo.
Recibid la bendición de Dios Padre Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén. Recuerda, regala tu rosario. Cristo te quiere siempre con una gran sonrisa.