Mensaje de María Santísima de la Soledad en Baza el 19 de febrero de 2023
Esteban: Salve, Reina de las almas, Madre de Dios y Madre nuestra amantísima. Gracias por acudir al ruego de su hijo.
María Santísima: Soy Madre de misericordia, Madre de consuelo y Madre de la paz. Y hoy traigo un mensaje nuevo al mundo: que no tiemblen vuestros corazones por las tinieblas que han de venir, que la gracia de Dios está con vosotros y su mano protectora. Sed fuertes porque Dios os quiere fuertes y sed valientes porque la valentía está escrita por la mano de Dios.
¡Qué hermoso y qué bonito está todo y qué hermoso y bien dispuesto está tu corazón!
Son tiempos de cambios en el mundo. A Dios le complace la renovación, pero siempre todo es para bueno.
Ya has desterrado de tu corazón la tristeza pero has de desterrar la culpa y la pena. Vive alegre y siente el equilibrio de Dios dentro de ti.
Esteban: Madre mía, le ruego por el mundo, por que acabe pronto esta guerra y por todo lo que está pasando. Dígale al Señor que se le quiere en la Tierra y que tenga misericordia del género humano.
María Santísima: El Señor tiene misericordia del género humano. Es purificación, pero no es castigo lo que hay en el mundo. Hay un equilibrio mayor que es necesario para el bien de las almas.
Esteban: Tengo que decirle muchas cosas, Madre mía, si usted me puede contestar. Es lo de mis rezos. Usted sabe que hago la Santa Misa, el rosario de Jesús, de María, los Credos del ayuno, de las Ánimas benditas, pero me cuesta ahora mucho concentrarme para el rezo de la oración.
María Santísima: Tu alma está sellada en el Cielo y tú ya estás para recibir oración y tu vivir y tu día a día ya es una oración con Dios. No te exijas más de lo que Dios te pide.
Esteban: Otra cosa, Madre mía, los domingos, hemos puesto el primer domingo de cada mes, aquí en la Teja.
María Santísima: El Sagrado Santuario de la Rosa, testificado en la Sagrada fuente de la Teja, es el lugar más sagrado y más santo del mundo. Llegará la hora en que se celebre la Santa Eucaristía a diario, pero todo está en la mano de Dios.
Sé tú mismo, que a Dios le encanta y le complace tal y como eres. No sientas miedo por nada, que la presencia del Altísimo está siempre contigo. Vive feliz y sé feliz, que la bandera de Cristo es la sonrisa.
Esteban: Por último le pido, Gran Señora, y perdone, que hoy estoy pidiendo mucho para mí, soy muy egoísta. Le pido primero por Ana, que está enferma, que Usted interceda por ella, que sane pronto, y por todos aquellos que están aquí y están enfermos, cúrelos a todos, y los que están en su casa y se acuerdan de Usted. Interceda por todos, Señora. Interceda por sacar de mi cabeza lo que Usted ya sabe, los clavos que hay.
María Santísima: Es voluntad de Dios que se conceda todo lo que sea pedido y la divina intersección de Dios obre maravillas. Siempre la voluntad de Dios debemos de aceptarla porque es siempre bien para el mundo y para nuestra alma. Las cosas no son como nosotros las vemos y Dios desde arriba las traza con su mano divina. El Poderoso siempre sabe lo que hace, cómo lo hace por nuestro bien.
Esteban: ¿Va a venir todos los Domingos de Cuaresma, Gran Señora?
María Santísima: Es voluntad de Dios que así sea.
Y recibid la bendición de las rosas con la gracia, la sabiduría y el perfume de lo divino para que vuestra alma quede empapada por la Gracia de Dios y la protección del Altísimo y que el amor que hay en mi corazón quede sobre todos vosotros.
Con anhelo espero la Eucaristía de los Domingos con todos los Sacerdotes de esta Santa Casa, que hacen que la oblación a lo divino sea terrenal y espiritual.
Y recibid la bendición de Dios Padre Todopoderoso, Padre, Hijo y espíritu Santo. Amén.
Y, recuerda, regala tu rosario.
Esteban: Gracias, Madre. Gracias por tanto que nos da y lo poco que merecemos y gracias por venir a Baza. Qué grande sois y qué buena.